De color amarillo intenso y con un olor inconfundible, esta especia proviene de la raíz naranja de una planta herbácea perteneciente a la familia de las ‘zingiberáceas’ situada en la India e Indonesia.
Su nombre científico es ‘cúrcuma longa’ y cuenta con una tradición histórica. De hecho, hay evidencia de que sus primeros usos se remontan entre los años 610 a.C. a 320 a.C. cuando fue empleada como colorante para la lana gracias a su color amarillo-naranja intenso. Más adelante, fue adoptada por la gastronomía hindú como colorante alimentario, para darle un sabor peculiar a las comidas y por formar parte del popular curry.
Los compuestos de la cúrcuma, llamados curcuminoides (la curcumina, la demetoxicurcumina y la bisdemetoxicurcumina), le otorgan grandes propiedades medicinales a esta especia.
Sus aceites volátiles (turmerone, atlantone y zingiberene), proteínas, resinas y azúcares, también contribuyen su poder sanador. Además, para completar su perfil de ‘reina de las especias’, también contiene fibra dietética, vitaminas C, E y K, niacina, sodio, calcio, potasio, cobre, magnesio, hierro y zinc.
A continuación, vamos a comprobar cuáles son sus beneficios para la salud:
Alivia el malestar estomacal
La cúrcuma es un remedio natural muy efectivo para el malestar estomacal. Al tener propiedades antiinflamatorias, previene la acidez y calma el ardor de estómago, así como los trastornos digestivos en general.
Está recomendado para personas con falta de apetito, dispepsia, gastritis o digestión lenta. Los principios activos de esta especia favorecen la producción de jugos gástricos y pancreáticos, lo que ayuda a su vez a equilibrar el pH de estos órganos.
También es recomendada para evitar los gases que se producen en el intestino. Al ser carminativa, evita las flatulencias y los cólicos intestinales y es aconsejada para la atonía estomacal. Hay que tener en cuenta que se debe tomar la cantidad correcta, ya que su consumo excesivo es contraproducente.
Trata trastornos hepáticos
Gracias a la ‘curcumina’, la cúrcuma es un excelente tónico biliar. Incluso, el resto de sus componentes hepatoprotectores sirven como coadyuvantes para eliminar piedras en la vesícula biliar y favorecer el drenaje hepático. Al tener propiedades antiinflamatorias, es recomendada para personas con ictericia, cirrosis hepática y trastornos de vesícula.
Ayuda a tratar el cáncer
Sorprendentemente, el rizoma de esta planta contiene, al menos, diez componentes anticancerígenos, entre los que sobresalen, la curcumina y los betacarotenos. Estos elementos tienen propiedades protectoras ante varios tipos de cáncer, entre los que se encuentran el cáncer de colon, de piel, de mama y el cáncer del duodeno.
Además, ayuda notablemente al organismo a resistir los efectos de los medicamentos debilitantes y de tratamientos fuertes como la quimioterapia.
Es un potente antiinflamatorio
Los curcuminoides que tiene la cúrcuma le confieren grandes propiedades antiinflamatorias, llegando a ser casi tan efectivo como algunos medicamentos antiinflamatorios, pero sin los efectos secundarios de los mismos.
Por esta razón, es recomendada para trastornos en los que exista inflamación, como trastornos menstruales, enfermedad de Crohn, enfermedades del intestino, colon irritable, colitis, artritis, síndrome del túnel carpiano, obesidad, etc.
Protege de las enfermedades cardiovasculares
Otro de los beneficios de los componentes de la cúrcuma son sus propiedades cardioprotectoras, por eso, el consumirla frecuentemente trata y previene el riesgo de padecer enfermedades cardíacas.
Pero esto no es todo, sino que también ayuda a reducir el colesterol malo y los triglicéridos. Recomiendan que, además de llevar una dieta sana, pobre en grasas y natural, se deben condimentar los alimentos con cúrcuma para así prevenir de forma natural enfermedades cardiovasculares, como los infartos.
Funciona como un antidepresivo natural
Desde hace miles de años, la medicina tradicional china usa a la cúrcuma para tratar la depresión, la tristeza y la infelicidad. El extracto de cúrcuma, o lo que es lo mismo, la cúrcuma en polvo, estimula el sistema nervioso, activa el sistema inmunitario y despierta el estado de ánimo.
Es ideal para reducir los niveles de estrés, ya que produce un aumento de serotonina. Por esta razón, es muy utilizada en personas con depresión estacional o emocional, así como con otros trastornos relacionados.
RECETAS CON CÚRCUMA:
1. Batido de plátano con especias

La primera de las recetas con cúrcuma que te comentaremos a continuación consiste en un desayuno al que la cúrcuma puede dar un toque especial.
Su preparación es muy sencilla y las especias que contiene acentúan el carácter oriental de la receta. Para preparar una cantidad adecuada para dos personas, solamente te harán falta los siguientes ingredientes:
Ingredientes
- 4 plátanos congelados (100 g).
- 1 trozo de jengibre fresco (5 g).
- 1/2 cucharadita de canela (1,2 g).
- 1/4 cucharadita de cardamomo molido (0,5 g).
- 1/2 cucharadita de cúrcuma (1,2 g).
- 1/2 cucharadita de anís molido (1,2 g).
- 750 mL de leche de avena Monsoy (3 tazas y 1/2).
Preparación
- El primer paso será colocar todos los ingrediente en la batidora.
- Una vez que se hayan batido e integrado correctamente, bastará con servirlo en unos vasos.
- Para acentuar el sabor, es recomendable añadir una pizca de sal.
- Este sencillo batido puede ser un complemento ideal para un desayuno. La cúrcuma y el anís aportan propiedades beneficiosas contra los gases, y la mezcla de especias da además un sabor muy interesante con toques orientales.
2. Macarrones con queso y calabaza
Los macarrones son un plato que gusta a todo el mundo. Esta receta de pasta puede ser una comida interesante y fácil de convertir en vegana, simplemente sustituyendo el queso por queso vegano. Para realizarla, necesitaremos:
Ingredientes
- 2 tomates (40 g).
- 1/2 cebolla (40 g).
- 1/4 de berenjena (20 g).
- 1/4 taza de guisantes (25 g).
- 1 cucharadita de sal (2,5 g).
- 1/2 taza de queso rallado (120 g).
- 1 cucharadita de cúrcuma (2,5 g).
- 1 paquete de macarrones (250 g).
- 2 tazas de calabaza en dados (400 g).
- 1 cucharadita de ajo en polvo (2,5 g).
- 1 cucharada sopera de zumo de limón (5 mL)
Preparación
- Primero comenzaremos troceando la berenjena, la cebolla y los tomates.
- Tras calentar un poco de aceite en una olla, sofreímos estas verduras junto con los guisantes.
- Por otro lado, cocemos la pasta. Una vez listo el sofrito, se añade la pasta cocida y se mezcla bien.
- A continuación, dejando la mezcla a un lado, cocemos la calabaza en una olla hasta que esté tierna.
- Después la pasamos por la batidora junto al resto de ingredientes y se trituran hasta conseguir una salsa homogénea.
- Finalmente, bastará con añadir esta salsa a la pasta con verduras, mezclar de nuevo y servir.
3. Brócoli asado con limón

Para terminar te comentamos esta sencillísima receta con cúrcuma que incluye un delicioso al brócoli asado al horno. Para realizarla, tan solo debes disponer de los siguientes ingredientes:
Ingredientes
- 1 limón (40 g).
- 1 brócoli (100 g).
- 2 dientes de ajo (2 g).
- 1 pizca de pimienta negra.
- 1/2 cucharadita de cúrcuma (1,2 g).
- 3 cucharadas soperas de aceite de oliva (30 g).
Preparación
- El primer paso será lavar el brócoli y cortar el tallo central, que no se utilizará para la receta, pero puede aprovecharse para una sopa de verduras.
- Después, colocamos los trozos de brócoli en un bol.
- Mientras tanto, preparamos el horno, precalentándolo a 200 ºC con calor tanto arriba como abajo.
- Por otro lado, exprimimos el limón y lo mezclamos con los dientes de ajo cortados en láminas.
- A continuación, añadimos también el aceite y la cúrcuma, además de un poco de ralladura de limón para acentuar el sabor.
- Finalmente, lo mezclamos todo con el brócoli troceado y lo metemos al horno en una bandeja. 20 minutos en el horno bastarán para dejar lista otra de estas sencillas recetas con cúrcuma.
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