Abril es un mes ideal para incorporar esta Crema de Zanahoria Fortalecedora con cúrcuma y tomillo para reconfortar nuestra alma y ¡subir nuestras defensas!
Ahora es importante aportar un extra de colorido a nuestros platos, cargado de antioxidantes y poder antiinflamatorio.
Además, lo mejor de esta crema de zanahoria es que se trata de una receta exprés, lista en 15 minutos y que se puede hacer en gran cantidad para dejarla en nuestra nevera, y así tener al alcance a mediodía o noche, un bol lleno de bondades y delicioso sabor.
El beta-caroteno de las zanahorias, una vez cocidas, aumenta su biodisponibilidad, es decir, que lo asimilamos mejor, además de ser precursor de la vitamina A, una vitamina indispensable para nuestra salud ocular y sistema inmunitario.
Al llevar cúrcuma y tomillo, potenciamos aún más la función antioxidante de ésta crema, además de sumarle propiedades antiinflamatorias y antiinfecciosas. El jengibre por otro lado, también ejerce de termoregulador corporal y de ayuda digestiva, así nos aseguramos de facilitar el trabajo a nuestros intestinos y de no malgastar nuestra energía vital.
El pequeño plus de ésta crema es también el uso de shiro miso, un fermentado, que sustituye el uso de la sal mientras aporta sabor y sobre todo un efecto probiótico, mejorando la capacidad y trabajo de nuestro batallón de defensas, nuestras bacterias intestinales.
¡Una crema natural, vegana y aliada para nuestra salud y el bienestar de toda la familia!
Utensilios
-Batidora potente de vaso (mínimo 750 Wtts)
-Cazo
Ingredientes
- 3 tazas de caldo de verduras eco
- 5 zanahorias medianas eco, sin pelar y troceadas
- 1 cebolleta troceada
- 1 dedal de jengibre pelado
- 1 c. postre de cúrcuma en polvo
- 1 c. postre de tomillo seco
- 1 c. postre de ajo en polvo
- 1 c. postre colmada aceite de coco virgen ecológico
- 1 c. postre colmada de Shiro miso
- 2 cucharadas de semillas de cáñamo peladas
Elaboración
- En el cazo, poner a hervir el caldo junto con las zanahorias y la cebolleta durante 10 minutos.
- Apagado el fuego, verter todo en el vaso de la batidora, y añadir el tomillo, ajo, cúrcuma y jengibre. Batir todo hasta que quede una textura homogénea y suave.
- Añadir el aceite y shiro miso junto con las semillas de cáñamo, y volver a batir unos pocos minutos más.
- Servir en un cuenco y espolvorear tomillo y pimienta negra por encima.
Fuente: Bioeco